En la época colonial era común escuchar a los vendedores ambulantes que recorrían las calles ofreciendo sus productos: velas, escobas, empanadas, mazamorra, leche, agua. A los cantos con los que atraían a los clientes se los llama "pregones".
VOY CAMINANDO AL RÍO
PARA LAVAR SU ROPITA.
CÓMO LE QUEDA BLANQUITA.
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