El negrito Palmiro
Los Pereyra siempre festejaban en la galería con mate y paaastelitos y la mamá de Palmiro era su esclava y su mamá el tiempo libre lo dejaba jugar al gallito ciego con sus amigos.
Un día, Palmiro se despertó temprano y vio a su mamá sacando agua del aljibe. La mamá lo mandó a comprar velas y cuando fue caminando distraído se tropezó con una piedra y se cayó al barro y ensució a una señora que se llamaba Rosita y vendía mazamorra. Pasó una carreta y pisó un charco y lo ensució y cuando llegó a la Plaza había damas y caballeros y después un señor gritó ¡Somos libres, libres! y todos festejaron.
BAUTISTA SALAS - FRANCO VELA
2° Año "B"
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